domingo, 7 de octubre de 2012

RESULTADOS DE REALIZAR UN AUDITORÍA DE MARKETING

A través de la realización del marketing audit obtenemos una visión clara de las deficiencias, tanto operativas como estratégicas, además no debemos olvidar que es un elementos activo de la gestión, ya que las nuevas tecnologías de la información y la complejidad del mercado convierten a la auditoría de marketing como verdadera protagonista del saber hacer en el siglo XXI.

En la actualidad el término marketing sigue siendo altamente utilizado pero de forma incorrecta, se ha criticado que su único valor está en saber maquillar las cosas, pero la realidad nos indica lo contrario, ya que las empresas han de basar su éxito en la entera satisfacción del cliente y esto sólo se cumple con una ética y social conducta en el marketing, de ahí que la auditoría también sirva para evaluar el grado de cumplimiento y compromiso con el mercado.

Es cierto que la realización de una auditoría de marketing no consigue resolver todos los problemas, pero sí tener una sólida base informativa y de actuación.

Como conclusión, debemos realizar un informe ejecutivo indicando las áreas de actividad que deben ser tratadas y potenciadas de cara a alcanzar la competitividad que corresponda, así como establecer el plan de seguimiento y control correspondiente. A título de información indicamos una posible serie de acciones que se pueden empezar a realizar de cara a mejorar los resultados o mantenerse en primera línea de competitividad:
  • Mejorar la cobertura geográfica por vendedor.
  • Potenciar el posicionamiento de la empresa en los buscadores.
  • Abandonar de nuestra cartera los productos no rentables.
  • Crear una estrategia de precios.
  • Fidelizar más a nuestros clientes.
  • Potenciar nuestra presencia en la red.
  • Segmentar racionalmente a los clientes.
  • Potenciar la labor del distribuidor en aquellas zonas en que no nos interese estar directamente.
  • Poner al frente del departamento de reclamaciones a una persona con mentalidad comercial.
  • Conocer mejor a nuestro cliente.
  • Adecuar las entregas a las necesidades del mercado.
  • Reducir el tiempo en la gestión de cobros.
  • Utilizar task forces en el lanzamiento de nuevos productos.
  • Mantener una política de concentración de los almacenes.
  • Producir lo más posible sobre pedido.
  • Remunerar a los vendedores a base de fijos, comisiones e incentivos.
  • Analizar los costes por pedido.
  • Potenciar la idea de servicio al cliente.
  • Racionalizar los gastos de comunicación.
  • Potenciación del marketing directo.
  • Potenciar la imagen corporativa.
  • Ampliar la gama de productos.
  • Utilizar internet para comercializar nuestros productos.
  • Etcétera.
Con estas recomendaciones dadas, la empresa tiene ante sí uno de los mayores retos y dificultades que se dan hoy en día en el entramado mundo empresarial, consistente en poner en marcha una serie de acciones que hasta el momento no se habían contemplado y que en la realidad son difíciles de llevar a buen término, ya que el éxito dependerá tanto de las ideas aportadas como de las personas que lo ejecuten.

En cualquier caso, hay que indicar que el marketing audit no es un plan de marketing, ni puede sustituirlo en ningún momento si la empresa careciera de él, por lo que, desde estas líneas, instamos a todas las compañías que deseen estar en el cambiante mundo empresarial de forma competitiva a realizar su trabajo con herramientas y óptica de marketing.

AUDITORIA DE MARKETING: HERRAMIENTA ESTRATÉGICA PARA SOLVENTAR LA CRISIS


Desde hace unos años, los diferentes medios de comunicación social nos están recordando que España está en crisis. Pero aparte de hablar con preocupación sobre el tema, ¿qué hacen las empresas para atajarlo? Dicen que la solución pasa por reducir los precios, recortar gastos, fidelizar al cliente…Indudablemente, apostar por cualquiera de estas opciones es muy válido, pero si hay una herramienta estratégica que puede aportarnos verdaderas soluciones esa es, sin duda, la Auditoria de Marketing.

La Auditoria de Marketing sigue siendo una de las asignaturas pendientes de las empresas españolas. Y lo siento enormemente, por las compañías, que se encuentran inmersas en una difícil situación comercial y lo que es peor, no saben cómo contrarrestar la situación.

Si por un momento nos detuviéramos en conocer qué es, en qué consiste y cuáles son sus beneficios, nos daríamos cuenta de que, ante todo, es un aliado empresarial, y ¿qué hacen los aliados? La respuesta parece evidente: colaborar con nosotros en los momentos boyantes, para que la situación se torne aún más rentable y no nos coja desprevenidos; y cooperar en los momentos de vacas flacas como el actual, para ayudarnos a vencer al mayor enemigo que puede tener cualquier empresa: la crisis.

Ante esta realidad, surgen dos clarísimos interrogantes. ¿Es necesaria una Auditoria de Marketing para hacer una buena planificación estratégica y así poder sortear la crisis? Y segundo, ¿es realmente esta herramienta capaz de ofrecer excelentes resultados? 

Comencemos por la primera pregunta. ¿Es necesaria una Auditoria de Marketing para hacer una buena planificación estratégica y así poder sortear con éxito la crisis? La respuesta, si miramos a nuestro alrededor y observamos el nerviosismo de muchas empresas españolas que siguen haciendo planificaciones sin contar con ella, podría ser no. Pero si miramos los resultados obtenidos en muchos casos, y sobre todo, si somos realistas y exigentes con nuestros recursos, la respuesta es SÍ. Y es “SÍ” si queremos aprovechar al máximo todas nuestras posibilidades para seguir vendiendo, si queremos descubrir nuestras áreas de mejora de forma que evitemos una crisis segura, si queremos hacer frente a una crisis de mercado o si queremos, incluso, salir de forma rápida y triunfadora de una propia crisis interna. Dicho en pocas palabras, es SÍ, tanto si queremos prevenir como si lo que pretendemos es curar.

Una vez visto sus beneficios, es el turno de contestar a la segunda pregunta. ¿En qué consiste? La Auditoria de Marketing no es ni más ni menos que una herramienta de trabajo que permite a la empresa analizar y evaluar los programas y acciones del área Comercial y de Marketing así como su adecuación al entorno y a la situación del momento. Dicho de forma más práctica, examina todas las áreas tanto de la compañía como de la competencia y averigua las oportunidades y amenazas, o lo que es aún más importante, indica las áreas de mejora sobre las que actuar para aumentar la rentabilidad de la empresa.

Cuando el auditor acude a la compañía, lo primero que debe reconocer es la situación real de la empresa, para ello tendrá que obtener una información básica de la empresa, del sector, así como su trayectoria, y sobre todo, una amplia información referida a aquellas áreas de actividad que considere necesarias. En términos generales, la realización de una Auditoria de Marketing puede llevarse a cabo en tres fases:

• Análisis del entorno, tanto externo como interno, de la empresa. Es lo que constituye el punto de partida. La obtención de información contrastada en esta fase es fundamental ya que nos permite tener una idea clara de dónde está la empresa y con qué cuenta para poder aprovechar todas las oportunidades que se le presentan en el mercado y superar las debilidades de su propia estructura.

• Análisis de las principales actividades comerciales y de las variables de marketing. Se trata de analizar cada variable para ver el grado de eficiencia que alcanza. En este punto quiero destacar el análisis en profundidad de la cartera de clientes ya que es fundamental para llevar a cabo una gestión inteligente del negocio.

• Análisis de la Planificación y Organización Comercial de la empresa. Consiste en analizar la política de la empresa, el plan de marketing con respecto al establecimiento de objetivos y, consecuentemente, la asignación de medios y recursos para la implementación de las soluciones oportunas. Así mismo, la aplicación de la matriz RMG nos informará del grado de competitividad que tiene la compañía.

Pero hay que dejar muy claro que para que una Auditoria de Marketing sea realmente efectiva tiene que cumplir una serie de condicionantes obligatorios. Ha de ser, en líneas generales:

• Periódica: Aunque la periodicidad de la Auditoria queda supeditada al tamaño de la empresa, lo cierto es que una Auditoria de Marketing nunca puede ser un hecho aislado sino que debe realizarse regularmente y, como hemos dicho antes, independientemente de la situación económica del mercado o de la compañía.
• Sistemática: Debe seguir una secuencia ordenada en cada una de las fases necesarias para realizar el diagnóstico.
• Completa: Debe analizar cada una de las variables que influyen en los resultados desde el punto de vista de Marketing y Ventas.

Pero además, una Auditoria de Marketing efectiva ha de ser independiente, de forma que garantice un análisis objetivo. Y la mejor forma de lograr esa objetividad es encargando la realización de la Auditoria a profesionales especializados externos a la empresa. Externos, pero que a su vez han de integrarse plenamente con ella. Es más, sólo una buena comunicación entre empresa y auditor puede dar los frutos deseados.

Además, y en tiempos como los que corren, es una herramienta estratégica fundamental para solventar una posible crisis y salir de ella con éxito. Pero, ¿por qué en épocas de crisis la Auditoria de Marketing es una herramienta estratégica aún más poderosa si cabe? Hemos de tener en cuenta que cualquier crisis trae consigo infinidad de oportunidades que debemos saber aprovechar, entre otras, la competencia no aumenta sino todo lo contrario; disminuye considerablemente. Muchos segmentos de mercado se quedan si ver cubiertas sus necesidades y es en estos momentos en los que, si nuestra empresa ha realizado periódicamente Auditorias de Marketing, se encontrará en una situación privilegiada, ya que no sólo permanecerá en el mercado, sino que podrá aumentar su cuota de clientes.

Es cierto, que la realización de una Auditoria de Marketing no consigue resolver todos los problemas, pero sí proporciona una sólida base informativa y de actuación. Hay que recordar que nos permite estar preparados ante cualquier imprevisto y así evitar que surjan problemas porque cuando se ven venir con antelación, el tiempo siempre juega a nuestro favor.

EVIDENCIAS Y PAPELES DE TRABAJO

La evidencia y los papeles de trabajo constituyen el soporte fundamental de los hallazgos detectados por el auditor, de ahí la importancia que reviste la suficiencia, relevancia y competencia de la evidencia así como la calidad y claridad de los Papeles de Trabajo, atendiendo a que la información de aquí se recoge está escrita siempre a terceros que son los clientes de nuestro servicio.

En este artículo presentamos la importancia de ambos elementos, los requisitos de los mismos, sus propósitos y elementos más importantes a tener en cuenta en su confección para que demuestren las afirmaciones del auditor.

Evidencias
 
Incluyen todas las influencias de la mente de un auditor que afecten su juicio acerca de la exactitud de proposiciones remitidas a él para su revisión.
 
El auditor no busca una prueba absoluta. Se ocupa de acuerdo con los requerimientos del encargo, de asegurar a una persona responsable y competente de la razonabilidad de las manifestaciones financieras de la dirección y/o de la adecuación de las actividades del Control Interno.
 
Deben obtenerse evidencias suficientes, competentes y relevantes para fundamentar los juicios y conclusiones que formule el auditor.

Las evidencias se clasifican en:
 
Ø Evidencia física: se obtiene mediante inspección y observación directa de las actividades, bienes o sucesos; esta evidencia puede presentarse en forma de documentos, fotografías, gráficos, cuadros, mapas o muestras materiales. Cuando la evidencia física es decisiva para lograr los objetivos de la Auditoría Interna, debe ser confirmada adecuada y oportunamente por los auditores internos.

Ø  Evidencia documental: puede ser de carácter física o electrónica. Pueden ser externas o internas a la organización.

Las evidencias externas abarcan, entre otras, cartas, facturas de proveedores, contratos, auditorías externas y otros informes o dictámenes y confirmaciones de terceros.
Las evidencias internas tienen su origen en la organización, incluye, entre otros, registros contables, correspondencias enviadas, descripciones de puestos de trabajo, planes, presupuestos, informes internos, políticas y procedimientos internos.
La confiabilidad de las evidencias documentales tiene que valorarse en relación con los objetivos de la Auditoría Interna.

Ø Evidencia testimonial: se obtiene de otras personas en forma de declaraciones hechas en el curso de investigaciones o entrevistas.

Estas manifestaciones pueden proporcionar importantes indicios que no siempre cabe obtener a través de otras formas de trabajo en las auditorías internas.
Se requiere la confirmación si van a utilizarse como prueba, por medio de la:
—   confirmación por escrito del entrevistado;
—  el análisis de múltiples fuentes independientes que revelen o expliquen los hechos analizados; y
—   comprobación posterior en los documentos.

Ø Evidencia analítica: surge del análisis y verificación de los datos.
El análisis puede realizarse sobre cálculos, indicadores de rendimiento y tendencias reportadas en los informes financieros o de otro tipo de la organización u otras fuentes que pueden ser utilizadas.
También pueden efectuarse comparaciones con normas obligatorias o ni-veles propios del sector al que pertenece la organización.

Ø  Evidencia informática: puede encontrarse en datos, sistemas de aplicaciones, instalaciones y soportes, tecnologías y personal informático. Para determinar la confiabilidad de la evidencia informática, el Auditor Interno:
—  puede efectuar una revisión de los controles generales de los sistemas automatizados y de los relacionados específicamente con sus aplicaciones, que incluya to-das las pruebas que sean permitidas; y
— si no revisa los controles generales y los relacionados con las aplicaciones o comprueba que esos controles no son confiables, podrá practicar pruebas adicionales o emplear otros procedimientos

Los requisitos básicos de la evidencia están referidos a la suficiencia, competencia y relevancia.

La evidencia es suficiente cuando por los resultados de la aplicación de una o varias pruebas, el auditor interno pueda adquirir certeza razonable de que los hechos revelados se encuentran satisfactoriamente comprobados.

La suficiencia es la medida de la cantidad de pruebas, comprobaciones o verificaciones a efectuar, con respecto a determinados criterios y su confiabilidad.

Los factores que indican la fuerza de las pruebas, comprobaciones o verificaciones a efectuar pueden estar vinculados, entre otros, a:

Ø nivel de importancia del asunto a comprobar;
Ø grado de riesgo asociado con la adopción de una conclusión errónea;
Ø resultados mostrados en el Expediente Único; y
Ø sensibilidad de la organización al asunto a comprobar.

La competencia se refiere a que la evidencia debe ser válida y confiable. El auditor
interno debe considerar cuidadosamente si existen razones para dudar de la validez e integridad de la evidencia.

De ser así, debe obtener evidencia adicional o revelar esa situación como una limitación en el alcance de la Auditoría Interna. La validez, confiabilidad e integridad de la evidencia puede evaluarse tomando en consideración los siguientes factores:

Ø la evidencia que se obtiene de fuentes externas es más confiable que la obtenida de la propia organización;
Ø la evidencia que se obtiene cuando se ha establecido un sistema de control interno adecuado es más confiable que aquélla que se obtiene cuando el sistema de control interno es deficiente o no se ha establecido;
Ø la evidencia que se obtiene físicamente mediante un examen, observación, cálculo o inspección es más confiable que la que se obtiene en forma indirecta;
Ø los documentos originales son más confiables que sus copias;
Ø las evidencias orales comprobadas por escrito son más confiables que las evidencias orales; y
Ø la evidencia testimonial que se obtiene en circunstancias que permite a la persona expresarse libremente merece más crédito que aquélla que se obtiene en circunstancias comprometedoras.

La relevancia de la evidencia se refiere a la relación que existe entre la evidencia y su uso. La información que se utilice para demostrar o refutar un hecho es relevante si guarda una relación lógica y patente con ese hecho.
También está muy relacionada con los objetivos previstos en la Auditoría Interna y el vínculo directo y claro que debe existir entre éstos y la evidencia analizada.

Los criterios que actúan en la suficiencia, competencia y relevancia de la evidencia a obtener y, en consecuencia, en la realización del trabajo de los auditores internos, son los de Importancia relativa y Riesgo probable.

La identificación del nivel de Importancia relativa y de Riesgo probable por parte de los auditores internos es un asunto de juicio profesional, que puede determinarse teniendo en cuenta, entre otras, las cuestiones siguientes:

Ø la sensibilidad, el interés estratégico o nacional, el impacto social de los productos, servicios, actividades u operaciones de la organización;
Ø requerimientos legales y reguladores aplicables;
Ø la consideración de cuestiones tales como la actitud, la aptitud, la autoridad y la responsabilidad de los dirigentes y el resto del personal; e
Ø involucran necesariamente consideraciones relacionadas con la calidad (naturaleza) y cantidad (importe) de la evidencia examinada en su relación con los objetivos previstos en la Auditoría Interna.

Papeles de Trabajo

La base de la opinión de un auditor sobre los estados financieros es la revisión que se realiza de acuerdo con las normas de auditoría generalmente aceptadas.

Las normas de trabajo exigen que se obtenga evidencia suficiente, competente y relevante mediante la inspección, observación, investigación y confirmación como base de la opinión del auditor.
Por consiguiente, la opinión del auditor depende de la obtención y evaluación de evidencia suficiente, competente y relevante.

El estudio de las declaraciones de la administración y las características esenciales para considerar válidos los datos y la información como evidencia de auditoría. Los diversos tipos de evidencia disponibles como respaldo de las declaraciones de la administración, se evalúan en cuanto a su confiabilidad, relevancia y otras características esenciales.

Son las diferentes técnicas utilizadas por los auditores para obtener la evidencia de auditoría, la que se hará documentar en los procedimientos de auditoría con la información revisada, bajo la forma de papeles de trabajo.

Se conocen como papeles de trabajo los registros de los diferentes tipos de evidencia acumulada por el auditor.

Cualquiera que sea la forma de la evidencia y cualesquiera que sean los métodos utilizados para obtenerla, se debe hacer y mantener algún tipo de registro en los papeles de trabajo.

Los papeles de trabajo son registros que mantiene el auditor de los procedimientos aplicados como pruebas desarrolladas, información obtenida y conclusiones pertinentes a que se llegó en el trabajo.

Algunos ejemplos de papeles de trabajo son los programas de auditoría, los análisis, los memorando, las cartas de confirmación y declaración, resúmenes de documentos de la entidad y papeles preparados u obtenidos por el auditor.

Los papeles de trabajo también pueden obtener la forma de información almacenada en cintas películas u otros medios.

El formato exacto de los papeles de trabajo varía con el tamaño, complejidad y circunstancias de cada compromiso de auditoría.

Además, cada auditor, o Unidad de Dirección de Auditoría, tiene por lo general ciertas preferencias por la manera exacta como se deben preparar los papeles de trabajo.

El auditor que comienza recibe instrucciones en sesiones formales de entrenamiento o del supervisor en el trabajo. Este Documento se refiere sobre todo a los aspectos generales de los papeles de trabajo, y se debe contemplar como guía para el trabajo, en el cual podemos consultar y adaptar a las condiciones y características de cada trabajo ordenado y no necesariamente como un modelo que se debe adoptar.

Los papeles de trabajo (formato papel, audiovisual o digital) constituyen el vínculo entre el trabajo de planeamiento y ejecución y el informe que se elabore. Por tanto deben contener la evidencia necesaria para fundamentar los hallazgos, conclusiones y recomendaciones que se presentan en el informe.

Los requisitos principales a tener en cuenta son:

Ø expresar los objetivos, el alcance, la metodología y los resultados de la Auditoría Interna;
Ø incluir aquellos programas que se requieran confeccionar específicamente para la ejecución de la Auditoría Interna;
Ø ser completos y exactos de forma que permitan sustentar debidamente los hallazgos, conclusiones y recomendaciones y demostrar la naturaleza y el alcance del trabajo realizado. La concisión es importante, pero no deberá sacrificarse la claridad y la integridad con el único fin de ahorrar tiempo o papel;
Ø suficientemente claros, comprensibles y detallados para que un tercero, que no haya mantenido una relación directa con la Auditoría Interna, esté en capacidad de funda-mentar las conclusiones y recomendaciones, mediante su revisión. No deben requerir de explicaciones orales;
Ø ser legibles y ordenados, pues de lo contrario podrían perder su valor como evidencia.  Deben contener índices y referencias adecuados;
contener la identificación del significado de las marcas de revisión utilizadas por los Auditores Internos, en los casos en que éstas no estén establecidas centralmente; y
Ø contener información relevante, esto es, limitarse a los asuntos que sean pertinentes e importantes para cumplir los objetivos del trabajo encomendado.
Ø cada nivel debe establecer procedimientos para garantizar que los papeles de trabajo sean salvaguardados y conservados durante el tiempo establecido por la Ley.
Ø    Si en el transcurso de dicho término no se ha ejecutado una nueva Auditoría Interna, los papeles de trabajo deben conservarse hasta que ésta se ejecute, oportunidad en la que se analizará la conveniencia de conservar o no todos o una parte de éstos.

Propósitos de los papeles de trabajo

Como una acumulación de toda la evidencia obtenida durante el desarrollo de la auditoría, los papeles de trabajo tienen varias funciones. Los propósitos principales de estos son:

· Ayudar a organizar y coordinar las muchas fases de la revisión de auditoría.
· Proporcionar información que será incluida en el informe de auditoría.
· Servir como respaldo de la opinión del auditor.

Los papeles de trabajo también sirven como evidencia en caso de demandas legales, fuente de información para futuras declaraciones y otros informes especializados, solicitados por otros órganos de competencia y como guía para exámenes de auditoría posteriores.

Organización y coordinación del examen de auditoria

Los papeles de trabajo son un medio de organizar y coordinar las diferentes fases de la auditoría mientras se llevan a cabo.

Durante la auditoría de una entidad grande se pueden asignar auxiliares a las diferentes fases de la revisión.
Los papeles de trabajo sirven para asegurar al auditor a cargo que se han completado todas las etapas del
examen, por lo que resulta necesaria la terminación de este, ante la comprobación del examen efectuado.

Con frecuencia los auditores no pueden terminar una fase completa de la auditoría en un momento y los papeles de trabajo registran el trabajo terminado hasta el punto en que fue interrumpido, de modo de saber dónde continuar su trabajo, ya sea por el mismo auditor o por otro si así lo requiere la situación presentada. Además, estos deben estar siempre en condiciones para la presentación ante una supervisión o análisis ante el auditado.

Información a incluir en el informe de auditoría

Los papeles de trabajo proporcionan la información que se incluirá en el informe del auditor. El Expediente de auditoría está integrado por los estados financieros, notas complementarias y la opinión del auditor, mostrada en cada papel de trabajo.

La evidencia en todas sus diversas formas, constituye la base para el informe, el cual además se archiva en el Expediente, con todos los papeles de trabajo elaborados en el transcurso de la Auditoría.

Si se llegara a necesitar un informe especial, prevista por el Órganos  de la Administración del Pública datos para cualquier proceso adicional, las comprobaciones sobre los exámenes, hallazgos, comentarios de sus incumplimientos y recomendaciones, están contenidos en los papeles de trabajo.

Respaldo a la opinión del auditor

El objetivo final de una auditoría es la expresión de la opinión del auditor. Los papeles de trabajo sirven para respaldarla.

El auditor al firmar el dictamen, afirma que la revisión se llevó a cabo de acuerdo con las normas de auditoría generalmente aceptadas.

Los papeles de trabajo deben contener evidencia de que el trabajo fue planeado de modo adecuado y que se basó sobre la revisión de los controles internos, que los Auditores o Auxiliares fueron supervisados con propiedad, y que se revisó suficiente evidencia competente.

También el auditor está afirmando que los estados financieros presentan razonablemente la situación de la entidad, si se trata de una Auditoría Financiera, y los resultados de las operaciones de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados.

Los papeles de trabajo deben contener evidencia de que todas las informaciones importantes en los estados fueron revisadas para determinar que presentan razonablemente lo que en realidad ha sucedido dentro de la entidad.

En una Unidad de Auditores grande el Director o Jefe, que tiene la responsabilidad de la auditoría,  descansa en los supervisores, jefes, Auditores y auxiliares, para llevar a cabo la mayor parte de las fases de la revisión.

Los papeles de trabajo deben contener evidencia del trabajo realizado y las conclusiones a que llegó cada una de estas personas, y también evidencia de que el trabajo a cada nivel fue revisado apropiadamente por el supervisor inmediato.

Evidencia legal

Los papeles de trabajo constituyen una forma de evidencia que se puede utilizar en acciones legales.
Los auditores pueden tener la necesidad de usar los papeles de trabajo para apoyar su afirmación de que realizaron la auditoría de un modo profesional, que ejercieron el debido cuidado y que no fueron negligentes en la realización de la revisión.

Al revisar los papeles de trabajo preparados por los auditores, el Auditor jefe de grupo, debe a cada nivel preguntarse si cualquiera de la información que aparece allí o si la ausencia de alguna información podría ser utilizada para atacar la competencia del trabajo en algún momento posterior en que quizás esas personas no estuvieran disponibles para ofrecer aclaraciones adicionales.

En los papeles de trabajo no debe haber afirmaciones contradictorias, y cualquier conclusión final que se oponga a otra evidencia, debe ser plenamente justificada.

En todos los asuntos dudosos tiene que existir la explicación adecuada para la conclusión a que se llegó.

Informes especializados

Otra función de los papeles de trabajo es proporcionar la información necesaria para la preparación de informes a la administración sobre la suficiencia de los controles internos, o para la preparación de declaraciones o informes a otros órganos gubernamentales.

En ocasiones los auditados necesitan información de los papeles de trabajo para los informes que preparan ellos mismos, o pueden necesitar información debido a que hayan sido destruidos sus registros originales.

Guía para auditorias subsecuentes

Usualmente el auditor debe revisar en el Expediente de la entidad los papeles de trabajo de la auditoría anterior para llevar a cabo la revisión actual.

Los papeles de trabajo de la auditoría anterior señalan las dificultades encontradas y la solución que se les dio. Así, el auditor está alerta sobre la posibilidad de encontrar una situación similar en la actualidad.

Además, por la auditoría anterior el auditor debe estar familiarizado con la descripción del sistema de contabilidad y los controles, a fin de estar consciente de los cambios que se produzcan durante el año y hacer las modificaciones necesarias en el programa de auditoría.

Existe gran peligro en seguir con demasiada fidelidad los papeles de trabajo de la auditoría anterior.

El auditor se beneficiará viendo el formato de un análisis en particular de la vez anterior, pero sólo debe utilizar ese mismo formato si es adecuado para la situación de la actual.

La duplicación de los pasos de auditoría señalados en los papeles de trabajo de la anterior puede muy bien dar como resultado pasos innecesarios e inadecuados, así como la omisión de algunos procedimientos fundamentales para una auditoría adecuada en las actividades y acontecimientos de la actual.

Propiedad de los papeles de trabajo

Los papeles de trabajo que preparan los auditores son de su propiedad y por lo general se considera confidencial la información que contienen. Usualmente antes de entregar información que aparece en los papeles de trabajo el auditor obtiene el consentimiento del auditado.

Si recibe una citación o un requerimiento judicial en el que le pidan información de los papeles de trabajo, el auditor tiene que entregarla.

También el auditor puede verse en la necesidad de revelar alguna información incluso contra los deseos del cliente a fin de cumplir con normas de auditoría, como sucede en los casos en que subsecuentemente se descubren hechos que existían a la fecha del informe del auditor.

Es difícil establecer el tiempo que un auditor debe conservar los papeles de trabajo. Debe conservarlos en tanto son importantes para auditorías subsecuentes y para cumplir cualquier requisito legal. Debe cumplir con las normativas que al efecto existan.

Tipos de papeles de trabajo

Puesto que los papeles de trabajo son el medio para acumular toda la evidencia que necesita el auditor para emitir una opinión profesional, los tipos de papeles de trabajo tienen necesariamente que ser muy variados.

Algunos papeles de trabajo siguen un formato estándar, mientras que otros son un simple memorando de una discusión que se llevó a cabo relativa a la revisión de auditoría.

Los principales tipos de papeles de trabajo son: 1) planes de auditoría, 2) hoja de trabajo y asientos de ajuste, 3) Hojas detalle, confeccionadas para agrupar cuentas de una tema
4) sumarios descriptivos, para los casos de auditoría financiera o certificación de estados financieros 5) declaraciones y confirmaciones, y 6) actas y otros registros.
Cada papel de trabajo debe ser tan completo como sea posible, y no dejar dudas relativas al asunto con el cual se relacionan. A continuación se describen cada uno de los principales tipos de papeles de trabajo.

Planes de auditoría

Los papales de trabajo deben contener la evidencia de que el auditor ha desarrollado una estrategia general para la conducción y alcance de la revisión.
Se deben hacer anotaciones en relación con la actividad en la cual opera la entidad auditada, condiciones que exijan procedimientos especiales de auditoría, cualquier principio contable poco usual utilizado, y la naturaleza de cualquier informe especial que se deba rendir.

El programa de auditoría, documento de planeación que establece los procedimientos de auditoría que se estiman serán necesarios para cumplir los objetivos de la auditoría, puede estar respaldado por un cuestionario de control interno, diagramas de flujos, un organigrama, y evidencia general que ayude a dar forma al curso de la revisión.

Entre los papeles de trabajo se incluyen las anotaciones preparadas durante el desarrollo del examen sobre asuntos pendientes a investigar más adelante, junto con una explicación completa de la solución de estos asuntos, generalmente se adquieren y analizan en la exploración preliminar.

Hoja de trabajo

El balance de comprobación es el vínculo conector entre los libros de contabilidad y los estados financieros sobre los que el auditor emite sus criterios. La hoja de trabajo es la cédula de control que muestra, las interrelaciones de todas los demás papeles de trabajo relativos a las cuentas examinadas, tal vez agrupadas, con los otros tipos de evidencias.

Este sistema de preparar y organizar los papeles de trabajo mostrando una hoja de trabajo por grupos de cuentas del balance general, una hoja de trabajo del estado de resultados, es importante pues constituyen una guía importante de trabajo para el Auditor, ya que cada una de las partidas en estas hojas de trabajo aparecen analizadas en sus correspondientes papeles de trabajo, generalmente se utilizan Hojas de 8 columnas o más, la que aparece en el Manual de Papelería Institucional.

Usualmente para cada juego de papeles de trabajo se prepara un índice que muestra con claridad la ubicación dentro del archivo de papeles de trabajo por temas, previstos en el planeamiento, los que deben organizarse, según criterios del auditor, aspecto importantes a la hora de confeccionar las notas del Informe, hoja de trabajo borrador del informe del auditor, todas las notas y otras informaciones recopiladas como evidencia.

ESTUDIO Y EVALUACIÓN DEL CONTROL INTERNO

Generalidades
El estudio y evaluación del control interno se efectúa con el objeto de cumplir con la norma de ejecución del trabajo que requiere que: "El auditor debe efectuar un estudio y evaluación adecuado del con­trol interno existente, que te sirva de base para determinar el grado de confianza que va a depositar en él y le permita determinar la na­turaleza, extensión y oportunidad que va a dar a los procedimientos de auditoria ".
El conocimiento y evaluación del control interno deben permitir al auditor establecer una relación específica entre la calidad del control interno de la entidad y el alcance, oportunidad y naturaleza de las pruebas de auditoria. Por otra parte, el auditor deberá comunicar las debilidades o desviaciones al control interno del cliente que son defi­nidas en este boletín como "situaciones a informar".
Alcance
Este boletín trata sobre el estudio y evaluación del control interno que el auditor efectúa en una revisión de estados financieros, practi­cada conforme a las normas de auditoria generalmente aceptadas.
Objetivo
El objetivo de este boletín es definir los elementos de la estructura del control interno y establecer los pronunciamientos normativos aplicables a su estudio y evaluación, como un aspecto fundamental al establecer la estrategia de auditoria, así como señalar los lineamien­tos que deben seguirse al informar sobre debilidades o desviaciones al control interno.
Definición y elementos de la estructura del control Interno
La estructura de control interno de una entidad consiste en las políti­cas y procedimientos establecidos para proporcionar una seguridad razonable de poder lograr los objetivos específicos de la entidad. Di­cha estructura consiste de los siguientes elementos:
a) El ambiente de control
b) El sistema contable
c) Los procedimientos de control
A) Ambiente de control
El ambiente de control representa la combinación de factores que afectan las políticas y procedimientos de una entidad, fortaleciendo o debilitando sus controles. Estos factores son los siguientes:
Actitud de la administración hacia los controles internos estable­cidos
- Estructura de organización de la entidad
- Funcionamiento del Consejo de administración y sus Comités
- Métodos para asignar autoridad y responsabilidad.
Métodos de control administrativo para supervisar dar seguimiento al cumplimiento de las políticas y procedimientos, incluyendo la función de auditoria interna
Políticas y prácticas de personal
- Influencias externas que afecten las operaciones y prácticas de la entidad
La calidad del ambiente de control es una clara indicación de la im­portancia que la administración de la entidad le da a los controles es­tablecidos.
B) Sistema Contable
El sistema contable consiste en los métodos y registros establecidos para identificar, reunir, analizar, clasificar, registrar y producir información cuantitativa de las operaciones que realiza una entidad eco­nómica.
Para que su sistema contable sea útil y contable, debe contar con métodos y registros que:
a) Identifiquen y registren únicamente las transacciones reales que reúnan los criterios establecidos por la administración.
b) Describan oportunamente todas las transacciones en el deta­lle necesario que permita su adecuada clasificación.
e) Cuantifiquen el valor de las operaciones en unidades mone­tarias.
d) Registren las transacciones en el periodo correspondiente.
e) Presenten y revelen adecuadamente dichas transacciones en los estados financieros.
C) Procedimientos de control
Los procedimientos y políticas adicionales al ambiente de control y al sistema contable, que establece la administración para proporción a una seguridad razonable de lograr los objetivos específicos de la entidad, constituyen los procedimientos de control. El hecho de que existan formalmente políticas o procedimientos de control, no nece­sariamente significa que éstos estén operando efectivamente. El au­ditor debe determinar la manera en que la entidad ha aplicado las políticas y procedimientos, su uniformidad de aplicación y qué per­sona las ha llevado a cabo, para concluir que efectivamente está ope­rando.
Los procedimientos de control persiguen diferentes objetivos y se aplican en distintos niveles de organización y del procesamiento de las transacciones. También pueden estar integrados por componentes específicos del ambiente de control y del sistema contable
Los procedimientos de carácter preventivo son establecidos para' evi­tar errores durante el desarrollo de las transacciones.
Los procedimientos de control de carácter detectivo tienen como fi­nalidad detectar los errores o las desviaciones que durante el desarro­llo de las transacciones, no hubieran sido identificados por los procedimientos de control preventivos.
Los procedimientos de control están dirigidos a cumplir con los si­guientes objetivos:
a) Debida autorización de transacciones y actividades.
b) Adecuada segregación de funciones y responsabilidades.
c) Diseño y uso de documentos y registros apropiados que ase­guren el correcto registro de las operaciones.
d) Establecimiento de dispositivos de seguridad que protejan los activos.
e) Verificaciones independientes de la actuación de otros y adecuada evaluación de las operaciones registradas.
Consideraciones generales
Los factores específicos del ambiente de control, el sistema contable y los procedimientos de control de una entidad, deben considerar los siguientes aspectos:
- Tamaño de la entidad
- Características de la industria en la que opera
- Organización de la entidad
- Naturaleza del sistema de contabilidad y de las técnicas de control establecidos
- Problemas específicos del negocio
- Requisitos legales aplicables
Por ejemplo, una estructura de organización con una delegación for­mal de autoridad, podrá incidir favorablemente de modo importante en el ambiente de control de una entidad grande, Sin embargo, una empresa pequeña, con participación efectiva del dueño o gerente, nor­malmente no requiere de procedimientos contables extensos ni de re­gistros contables sofisticados o procedimientos de control formales, tales como políticas escritas, seguridad de la información o procedi­mientos para obtener cotizaciones competitivas.
El establecimiento y mantenimiento de una estructura de control in­terno, representa una importante responsabilidad de la administra­ción, para proporcionar una seguridad razonable de que se logran los objetivos de una entidad. La gerencia deberá vigilar de modo cons­tante, la estructura de control interno, para determinar si ésta opera debidamente y si se modifica oportunamente, de acuerdo con los cambios en las condiciones existentes.
El concepto de seguridad razonable reconoce que el costo de la es­tructura de control interno de una entidad, no deberá exceder los be­neficios esperados al establecerla.
La efectividad de la estructura de control interno, está sujeta a limita­ciones inherentes, tales como malos entendidos de instrucciones, errores de juicio, descuido, distracción o fatiga personales, colusión entre personas dentro y fuera de la entidad y si la gerencia hace caso de ciertas políticas y procedimientos.
Para tener una mejor comprensión de las políticas y procedimientos, el auditor deberá obtener conocimiento suficiente sobre cada uno de los elementos de la estructura de control interno, a través de expe­riencias anteriores con la entidad y de averiguaciones con el personal apropiado, inspección de documentos y registros y observación de las actividades y operaciones. La naturaleza y alcance de los procedimientos, suele variar de una entidad a otra y se ven afectados por el tamaño y complejidad de la misma, experiencia anteriores, naturale­za de la política o procedimiento en particular y la documentación existente.
El auditor deberá documentar su conocimiento y comprensión de la estructura de control interno, como parte del proceso de planeación de la auditoria. La forma y alcance de esta documentación se verán distribuidos por el tamaño y complejidad de la entidad y la naturaleza de la estructura de control interno de la industria. Por ejemplo, la docu­mentación de una empresa grande y compleja, podrá incluir diagra­mas de flujo, cuestionarlos o árboles de decisiones. En cambio en una entidad pequeña, la documentación en forma de memorando, podrá ser suficiente.
Evaluación preliminar
En esta etapa, el auditor efectúa un análisis general del riesgo implí­cito en el trabajo que va a realizar, con objeto de considerarlo en el diseño de sus programas de trabajo de auditoria y para identificar gradualmente las actividades y características específicas de la enti­dad. El boletín 3030, "importancia relativa y riesgo de auditoría" de esta comisión, define los tipos de riesgo y el efecto que tienen éstos en la planeación y desarrollo de una auditoría de estados financieros.
Aún cuando en esta etapa no se han probado los controles internos y por lo tanto, aunque cualquier decisión es preliminar, el auditor de­berá primeramente:
a) Comprender el ambiente de control establecido por la administración para detectar errores potenciales.
b) Describir y verificar su comprensión de los procedimientos de control de la administración.
e) Evaluar el diseño de los sistemas de control, para determinar sí es probable que sean eficaces para prevenir o detectar y corregir los errores potenciales identificados.
d) Formarse un juicio sobre la confianza que podrá depositarse en el control que será probado.
Una vez que el auditor ha adquirido un conocimiento general de la estructura de control interno, estará capacitado para decidir el grado de confianza que depositará en los controles existentes, para la pre­vención y detección de errores potenciales importantes o bien si di­rectamente los objetivos de auditoria se pueden alcanzar de manera más eficiente y efectiva a través de la aplicación de pruebas sustanti­vas.
La evaluación final de los procedimientos de control seleccionados, se hará después de llevar a cabo las pruebas de cumplimiento de di­chos controles.
El procesamiento electrónico de datos al evaluar la estructura del control interno
Por la importancia que han adquirido los sistemas de PED en la in­formación contable, así como el volumen de operaciones procesadas en ellos, la pérdida de huellas visibles y concentración de funciones contables que frecuentemente se dan en un ambiente de este tipo, el auditor debe conocer, evaluar y en su caso, probar el sistema de PED, como parte fundamental del estudio y evaluación del control interno y documentar adecuadamente sus conclusiones sobre su efec­to en la información financiera y el grado de confianza que deposita­rá en los controles.
Pruebas de cumplimiento y evaluación final
La finalidad de las pruebas de cumplimiento es reunir evidencia sufi­ciente para concluir si los sistemas de control establecidos por la administración, prevendrán o detectarán y corregirán errores potenciales que pudieran tener un efecto importante en los estados fi­nancieros. Esta conclusión permite confiar en el control como fuente de seguridad general de auditoria y disminuir el alcance de las prue­bas sustantivas.
Las pruebas de cumplimiento están diseñadas para respaldar la eva­luación de la aparente contabilidad de procedimientos específicos de control. La evaluación se hará determinando si los procedimientos de control están funcionando de manera efectiva, según se diseñaron, durante todo el periodo. Estas pruebas pueden implicar el examen de documentación de transacciones para buscar la presencia o ausencia de atributos específicos (controles detectivos).
Al efectuar una prueba de cumplimiento en una muestra de transac­ciones seleccionadas, se puede determinar una tasa máxima estimada de desviaciones y así llegar a una conclusión sobre la eficacia de los procedimientos de control durante el periodo examinado.
Además de las pruebas que se describen, es necesario establecer, por indagación y observación e inspección de documentación, la forma en que la administración se ha asegurado de que el sistema de control continúa operando efectivamente, a pesar de posibles cambios en el medio ambiente.
Los procedimientos de auditoria podrían variar si corno resultado de las pruebas de cumplimiento, se detectan debilidades o desviaciones a los procedimientos de control.
Comunicación de situaciones a informar
En virtud de que las expectativas de los usuarios con respecto a la responsabilidad del auditor para informar por escrito sobre debilida­des o desviaciones relacionadas con la estructura del control interno se han incrementado, ha sido necesario definir las situaciones a informar, así como la forma y contenido de dicho informe.
Durante el curso de su trabajo, el auditor debe estar al tanto de los asuntos relacionados con el control interno, que puedan ser de interés para el cliente, los cuales se identifican como "Situaciones a Infor­mar". Estas situaciones son asuntos que llaman la atención del audi­tor y que en su opinión deben comunicarse al cliente, ya que representan deficiencias importantes en el diseño u operación de la estructura de control interno, que podrían afectar negativamente la capacidad de la organización para registrar, procesar, resumir y re­portar información financiera uniforme con las afinaciones de la administración en los estados financieros. Tales deficiencias pueden incluir diferentes aspectos del control interno.
El objetivo del auditor en una auditoria, es formarse una opinión so­bre los estados financieros de la entidad, por lo que no tiene la obligación de investigar y encontrar situaciones a informar. Sin embar­go, debe estar al tanto de ellas, a través de la evaluación de los ele­mentos de la estructura del control interno, de la aplicación de procedimientos de auditoria sobre saldos o transacciones o de alguna otra manera dentro del curso de la revisión.
El juicio del auditor con respecto a las situaciones a informar, varía en cada trabajo y está influenciado por la naturaleza y extensión de los procedimientos de auditoria y otros factores, tales como el tamaño de la entidad, su complejidad y la naturaleza y diversificación de sus actividades.
Esta comunicación se debe hacer con personas de alto nivel de auto­ridad y responsabilidad, tales como el Consejo de Administración, el dueño de la empresa o con quienes hayan contratado al auditor.
Como parte de su trabajo, el auditor debe además, proporcionar su­gerencias que permitan mejorar la estructura de control interno exis­tente.
El auditor también podrá identificar asuntos que a su juicio no sean estrictamente situaciones a informar o bien sean poco importantes y tendrá que decidir si comunica o no estos asuntos en beneficio de la administración.
FORMA Y CONTENIDO DEL INFORME
El informe debe contener:
La indicación de que el propósito de la auditoria es el de emitir una opinión sobre los estados financieros y no el de proporcionar una se­guridad del funcionamiento de la estructura del control interno.
Los aspectos considerados como "Situaciones a informar".
Las restricciones establecidas para la distribución de tal comunica­ción.
Dado el riesgo de interpretaciones erróneas con respecto al grado li­mitado de seguridad, al afirmar que no se identificaron "Situaciones a Informar" durante la auditoria, el auditor deberá evaluar cuidadosa­mente esta situación antes de incluir tal aseveración en su informe.
El auditor deberá considerar si debe comunicar los asuntos importan­tes durante el curso de la auditoria o al concluirla, en función de la urgencia de una acción correctivo inmediata.
El contenido de este boletín no limita al auditor de la posibilidad de comunicar a su cliente situaciones y sugerencias con respecto a acti­vidades que van más allá de los asuntos relacionados con la estructu­ra del control interno.

LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO, EL MEJORAMIENTO CONTINUO Y LA AUDITORÍA

El principio de mejoramiento continuo nos explica que aunque exista una situación optima, siempre dicha situación puede ser mejorada según su estructura, forma y esencia.

La fuerza del mejoramiento continuo y la capacidad de transformación de la organización provienen del talento humano, de su capacidad de análisis, creatividad, comunicación y compromiso con la organización, estos factores son influyentes para el dinamismo de la organización, el talento humano se considera la piedra angular del éxito de la organización, su característica principal es el desarrollo de competencias cognitivas y cognoscitivas; por tanto se considera como la única ventaja competitiva sostenible de las organizaciones.

La organización, cualquiera sea su forma, tiene como obligación retroalimentarse con propósitos de mejoramiento continuo para adaptarse y sobrevivir, es allí donde la auditoría tiene un papel fundamental: el de imprimirle sinergia a la organización retroalimentándola, al hacer uso del conocimiento del desarrollo del objeto social y de todos los procesos relacionados con éste.

Las organizaciones se transforman según el principio del mejoramiento continuo. El auditor debe orientar su trabajo hacia ese principio; el mejoramiento sólo es posible cuando se hace una adecuada gestión del conocimiento, de la organización y del objeto social.

El propósito de la gestión del conocimiento es realizar un unísono de la inteligencia grupal que se encuentra en la organización, es una actividad cotidiana, habitual y disciplinada de estimulación del intelecto y despliegue de capacidad creativa dirigida a mejorar los métodos, prácticas y todas las situaciones en general. Cada individuo dentro de la organización aporta a la optimización de su desempeño y cada unidad especializada desarrolla su función utilizando el mayor despliegue de capacidad cognitiva y cognoscitiva, aportando cambios positivos al entorno organizacional.

El papel del auditor respecto a la gestión del conocimiento es más complejo que el de los encargados de una función específica; en tanto debe reconocer la totalidad de la información, para relacionarla de modo sinérgico y el camino más seguro para la supervivencia, evolución y crecimiento de la organización; dicho camino debe estar dirigido hacia el exterior, más específicamente a entender a la organización como parte del patrimonio global.

El auditor debe tomar las directrices y limitantes de la dirección de la organización para asumirlas e integrarlas en su trabajo de auditoría, lo anterior es posible sólo cuando existe una comunicación eficiente entre el auditor y la dirección de la organización, el trabajo de auditoría debe asesorar sobre el devenir de la organización, tomando acciones en su interior y exterior, para la trascendencia de las situaciones organizacionales.

Por lo tanto, el auditor debe enfocar su trabajo en la gestión del conocimiento, no sólo conociendo el interior de las organizaciones para mejorarlas, sino convertirse en un catalizador que las lleve a ser parte del mundo; esto es, ser coherente con los movimientos de internacionalización y globalización, suceso que motiva el repensar de los objetos sociales de las organizaciones, para reorientarlos hacia la integración global, hacia la transparencia y la administración diligente.

Funciones de la auditoría

1. Función de control y vigilancia

La auditoría es la actividad de control por excelencia de las organizaciones. El control se puede describir como el conocimiento adquirido por medio de la investigación sobre el objeto de estudio para influir sobre éste. La vigilancia hace referencia a la labor de supervisión y monitoreo que busca retroalimentar los lineamientos que la organización debe seguir.

2. Función de verificación y evaluación

Se desarrolla al ejecutar la comprobación y corroboración del objeto de estudio con un criterio determinado con anterioridad, calificando el grado de cumplimiento o incumplimiento con parámetros diversos como pueden ser las normas legales aplicables a la organización, su eficiencia operacional, la eficacia en la consecución de metas, la efectividad de los sistemas de información, la calidad de los servicios y bienes producidos, etc.

3. Función protectora y minimizadora de riesgos

La auditoría debe ser previsiva, es decir considerar los potenciales riesgos que le puedan sobrevenir a la organización y conservadurista al poner un tono de precaución acerca de la exposición a los diferentes riesgos que impactan en la organización. La auditoría debe construir una barrera de entrada que sirva de escudo y defienda a la organización de los posibles riesgos que se han determinado en su valoración y conocimiento de la organización.

Las auditorías más nuevas buscan cumplir su función protectora en los diferentes objetos de estudio o situaciones por auditar, como lo son el medio ambiente, la gestión social, la salud, el cumplimiento de leyes, los sistemas informáticos, etc.

4. Función asesora y culturizadora

La auditoría debe proponer acerca de los posibles cambios que deba asumir la organización en relación con la investigación realizada al objeto de estudio, además de sensibilizar las organizaciones especialmente hacia modelos de dirección del talento humano, la gerencia estratégica, la cultura del control y el autocontrol, buscando generar un ambiente de control propicio para el aumento de valor y de los beneficios.

5. Función de gestión del conocimiento y la información

La auditoría se adhiere al sistema contable para retroalimentar la organización, dicho sistema debe gestionar la información de carácter: administrativo, financiero, productivo, de control, humano, social entre otros tipo de información pertenecientes a la organización, de este modo el auditor alcanza un conocimiento amplio de la organización y su objeto social, el cual debe ser utilizado a favor de la empresa como una ventaja competitiva de la gestión del conocimiento. La responsabilidad del auditor hacia la organización es articular y sintetizar su información para dar fe pública de su estado, además de realizar la gestión del conocimiento de la organización con miras al mejoramiento continuo.

6. Función de mejoramiento continuo

La auditoría debe ser un dinamizador del cambio en las organizaciones en pro del mejoramiento continuo en la eficiencia, eficacia y economía de todos los aspectos de la organización, lo anterior se traduce en una actitud creativa de optimización de la organización. Actualmente la tarea de la auditoría debe reconocer la multidisciplinariedad científica y técnica que puede aportar beneficios al mejoramiento continuo de la organización.

Globalización y auditoría

La globalización es el conjunto de transformaciones, principalmente antropológicas, que en todo sentido cambia el modo de las relaciones humanas y sociales. Un ejemplo es el aumento en el desarrollo humano, transformando su cultura hasta el punto de apropiarse de diversos idiomas para poder interrelacionarse, intercambiando información que influye en las instituciones ideológicas, morales y éticas, las relaciones pierden sus características de presenciabilidad y se realizan por medio de la conectividad, efecto del adelanto de la ciencia y la tecnología en campos como la física, la informática, la electrónica, la telemática, cambiando la concepción de lo foráneo y lo oriundo con implicaciones económicas de fondo, con alcances sin límites. En este sentido se reconoce la unificación de las moneda, la creación de mundos virtuales con mercados diversos, la cara visible de grandes organizaciones económicas y sociales, la flexibilidad para la movilización no sólo de capitales sino de organizaciones y del talento humano que es el recurso más preciado de la naciones, respecto a la globalización se ve como prospectiva el desvanecimiento de las barreras de cualquier tipo entre las naciones en busca de la unificación.

La prospectiva de la globalización lleva a que la raza humana se una, encaminando sus esfuerzos a equilibrar la calidad de vida de toda la especie, buscando un progreso de la sociedad vista de un modo globalizado, sería como pensar que todos los seres existentes se unieran a una misma cooperativa donde la diversidad de organizaciones e instituciones económicas y sociales permita el desarrollo integral y la realización personal del ser humano, con un claro comportamiento ambiental y ecológico y con los criterios del desarrollo sostenible.

Se denomina actualmente como aldea global el paradigma que se refiere a que no existe ninguna diferencia entre quienes habitan el globo terráqueo. Por tal motivo se dan movimientos culturales de tolerancia, cooperación y solidaridad para que seres humanos se puedan establecer en cualquier punto del mundo como si fuera su propio lugar. Los aspectos políticos son los que más resistencia tienen hacia este cambio; sin embargo, en la mayoría de países existe un común acuerdo en lo que se refiere a la política económica.
La globalización, en su sentido económico, se reconoce como el fenómeno de la economía liberal cuyo espíritu pertenece al capitalismo más salvaje; " se caracteriza por la apertura de los sistemas económicos nacionales, por el aumento del comercio internacional, la expansión de los mercados financieros, la reorganización espacial de la producción, la búsqueda permanente de ventajas comparativas y de la competitividad que da prioridad a la innovación tecnológica, la aparición de elevadas tasas de desempleo y el descenso del nivel de las remuneraciones" .

No falta mucho para asistir a la integración del mundo, a la unificación de culturas y del lenguaje, a ir mucho más allá de la conectividad e internacionalización de los capitales y las economías con su característica propia de tener una sola unidad de pago. La globalización y sus turbulencias, consecuencia de ésta, hacen revaluar el paradigma que trajo consigo la modernización sobre la tecnología informática como factor clave en la generación de valor en las organizaciones, se ha demostrado que el capital más importante es y seguirá siendo el ser humano y su capacidad analítica y creativa, ya que mejores tecnologías informáticas no se traducen en mejores sistemas de información capaces de producir conocimiento.

Las fuerzas complejas del mercado global colocan en una situación de riesgo a las organizaciones, es necesario que el auditor se forme una idea de lo que podría suceder si la operación sigue igual y su entorno cambia, la creación de dicho escenario es una hipótesis creativa que debe realizar el auditor. Es por esto que el auditor debe cambiar o renovar no sólo el enfoque de énfasis de sus auditorías, sino de la concepción misma de la organización.

El auditor se debe contextualizar no sólo en los aspectos microeconómicos en los que está inmersa la empresa respecto a su operación y funcionamiento, sino también en las externalidades que tienen influencia en el desarrollo de su objeto social, entendiéndose en su aspecto macroeconómico el concepto de globalización como su más trascendente externalidad.

La globalización se debe entender como un cambio de cultura, la que se comparte de modo general, este cambio de cultura tiene como elemento constitutivo ver la organización de cualquier tipo para el hombre. Entonces es debido reconocer que la auditoría debe concebir a éste como el elemento más importante, fuente y razón del porvenir de las organizaciones.

Reorientar la auditoría hacia la cultura globalizada no es sólo permearse de sus conceptos económicos y las fuerzas de mercado, es contextualizarse de cómo se vive en la mayor parte del mundo, considerando el fuerte protagonismo que toma el humanismo en la gestión de la organización.

Por tal motivo, el auditor debe ser ante todo un investigador de la organización, en todos sus sentidos y en todos sus aspectos, en especial de su actividad económica, que es la proyección que se relaciona con el resto de elementos del conjunto global. Para esto debe buscar cooperación con profesionales que se especialicen en objetos puntuales de las ciencias y técnicas, con el propósito de servir de apoyo en el proceso de auditoría.

El auditor será pues el diseñador de un sistema de información que genere conocimiento de la organización, el que servirá para hacer frente a las diferentes turbulencias producto del cambio generado por la globalización; sea diversificando los productos, transformando la estructura administrativa y operacional, mejorando la cultura organizacional, buscando interacción y alianzas con otras organizaciones de su mismo sector o de otro. El auditor debe reconocer los sucesos de la organización relacionándolos con la globalización y realizar una prospectiva, en la que la calidad en el desarrollo del objeto social sea la característica principal del funcionamiento de la organización.

NORMAS GENERALES O PERSONALES

Normas de Auditoría. Dichas normas sirven para medir la calidad de los objetivos de la auditoría y las acciones realizadas para alcanzarlos.

Normas Generales. Propósito

Estas normas están referidas a la capacidad profesional del personal, a la independencia de la organización de auditoría y de su personal, al debido cuidado profesional con que debe practicarse la auditoría y se preparen los informes respectivos, y a la aplicación de controles de calidad. Las normas generales se distinguen de las relacionadas con la ejecución del trabajo y con la preparación de los informes correspondientes.

Capacidad Profesional. Primera Norma

El personal designado para practicar la auditoría debe poseer en su conjunto la capacidad profesional necesaria para realizar las tareas que se requieran.

La organización de auditorias, debe adoptar politicas y procedimientos para obtener el personal con las cualidades adecuadas así como para desarrollarlo y capacitarlo para que sea capaz de llevar a cabo sus tareas de manera efectiva.

Esta norma impone a la organización de auditoría la responsabilidad de garantizar que la auditoría sea ejecutada por personal que en su conjunto posea los conocimientos y habilidades necesarias para llevarlo a cabo.

El personal también debe poseer un amplio conocimiento del medio específico en el cual opera la entidad auditada, en relación con la naturaleza de la auditoría que se realice.

Los requisitos relacionados con la capacidad profesional se refieren a los conocimientos y a la experiencia de la organización de auditoría en su conjunto y no necesariamente a los que posea cada auditor en particular.

Independencia. Sequnda Norma

En todos los asuntos relacionados con Auditoria, la organización de auditoría y los auditores deben estar libres de impedimentos personales y externos para proceder con independencia desde el punto de vista de organización y mantener una actitud v apariencia independientes.

Esta Norma impone al auditor y a la organización de auditoría la responsabilidad de preservar su independencia para lograr que sus opiniones, conclusiones, juicios y recomendaciones sean imparciales y que así sean considerados por terceros.

Tanto los auditores como los consultores externos y demás especialistas que participan auditoría deben considerar, en general, tres clases de impedimentos a su independencia: personales, externos y de organización.

Si alguno de estos impedimentos limita la capacidad del auditor para desempeñar su trabajo y para informar de sus resultados con imparcialidad, debe abstenerse de practicar la auditoría o, en aquellas situaciones en que pueda hacerlo, debe manifestar su impedimento en la sección del informe que se refiera al alcance de la auditoría.

Debido Cuidado Profesional. Tercera Norma

Se proceder con debido cuidado profesional al ejecutar la auditoría y preparar los informes correspondientes. Esta norma exige que el auditor realice su trabajo con el debido cuidado profesional, y que tenga la responsabilidad de cumplir con las normas de auditoría generalmente aceptadas.

Proceder con el debido cuidado profesional significa emplear correctamente el criterio para determinar el alcance de la auditoría y para seleccionar los metodos, tecnicas, pruebas y demás procedimientos de auditoría que deben aplicarse en ella, así como para evaluar los resultados y para presentar los informes correspondientes.

Los auditores deben aplicar su sólido juicio profesional para determinar las normas de auditoría aplicables en el trabajo que van a realizar. La determinación de que ciertas normas no son aplicables a la auditoría debe estar documentada en los papeles de trabajo. Aunque la presente norma establece que tanto el auditor como la organizacion de auditoria son responsables de ejercer el debido cuidado profesional en el desempeño de una auditoría, ello no implica una responsabilidad ilimitada, ni tampoco implica infabilidad por parte del auditor o de la organización de auditoría.

Control de Calidad. Cuarta Norma

Las organizaciones de auditoria deben tener un apropiado sistema interno de control de calidad y ser objeto de un programa de revisión externa de la calidad.

El sistema interno de control de calidad implementado por la organización de auditoría debe ofrecer seguridad razonable de que han adoptado y cumplen las normas de auditoría y se han establecido procedimientos de auditoría adecuados.

El programa de revisión externa del control de calidad debe estar encaminado a determinar si la organización ha establecido un sistema interno de control de calidad y si se opera con eficiencia como para proporcionar la seguridad razonable de que se está cumpliendo con las normas de auditoría aplicables, los procedimientos y políticas establecidas.

El trabajo de revisión de la calidad debe estar encaminado a determinar si:
  • La organización supervisa la auditoría en todas las fases del trabajo y si la misma es satisfactoria.
  • Las normas de auditoría aplicables se cumplen.
  • Se cumple la calidad de los informes de auditoría y de los documentos que lo soportan.
La organización de auditoría del órgano u organismo realiza las revisiones expresadas anteriormente a las unidades de auditoría de las empresas y unidades presupuestadas que le están subordinadas, de existir éstas. Con el fin de garantizar la eficiencia , esta norma es aplicable al menso una vez cada dos años, a todas las organizaciones de auditoría