En la actualidad el término márketing sigue siendo muy mencionado pero inadecuadamente, se ha criticado que su único valor está en saber maquillar las cosas. La realidad y su profesional utilización indican lo contrario, ya que las empresas han de basar su éxito en la entera satisfacción del cliente y esto sólo se cumple con una ética y social conducta en el márketing, de ahí que la auditoría también sirva para evaluar el grado de cumplimiento y compromiso con el mercado.
Es cierto que la realización de una auditoría de márketing no consigue resolver todos los problemas, pero sí tener una sólida base informativa y de actuación.
Como conclusión, debemos realizar un informe ejecutivo indicando las áreas de actividad que deben ser tratadas y potenciadas de cara a alcanzar la competitividad que corresponda, así como establecer el plan de seguimiento y control correspondiente. A título de información indicamos una posible serie de acciones que se pueden empezar a realizar de cara a mejorar los resultados o mantenerse en primera línea de competitividad:
- Mejorar la cobertura geográfica por vendedor.
- Comenzar dentro de un año en el e-commerce.
- Abandonar de nuestra cartera los productos no rentables.
- Crear una estrategia de precios.
- Potenciar nuestra presencia en la red.
- Reunir a los clientes en no más de tres categorías.
- Potenciar la labor del distribuidor en aquellas zonas en que no nos interese estar directamente.
- Poner al frente del departamento de reclamaciones a una persona con mentalidad comercial.
- Adecuar las entregas a las necesidades del mercado.
- Reducir el tiempo en la gestión de cobros.
- Utilizar task forces en el lanzamiento de nuevos productos.
- Mantener una política de concentración de los almacenes.
- Producir lo más posible sobre pedido.
- Remunerar a los vendedores en base a fijos, comisiones e incentivos.
- Analizar los costes por pedido.
- Potenciar la idea de servicio al cliente.
- Racionalizar los gastos de comunicación.
- Potenciación del márketing directo.
- Creación o intervención de la imagen corporativa.
- Ampliar la gama de productos.
En cualquier caso, hay que indicar que el márketing audit no es un plan de márketing, ni puede sustituirlo en ningún momento si la empresa careciera de él, por lo que, desde estas líneas, instamos a todas las compañías que deseen estar en el cambiante mundo empresarial de forma competitiva a realizar su trabajo con herramientas y óptica de márketing.
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